Las raíces del sabio
Por: César Lévano (*)
Exploró todas las regiones del Perú para avizorar su futuro. Había nacido en Panao, en la estribación oriental de los Andes, en un área que puede ser emporio mundial de la papa (Solanum tuberosum) y en la que se reservan las mejores reservas genéticas de la papa amarilla. La ubicación de su cuna, en la región quechua, no sólo explica su inquietud peruanista, fue también el piso ecológico donde echo raíces su exploración de nuestra compleja geografía.
Javier
Pulgar Vidal había sido oficialmente proclamado Amauta. La opinión publica
revalidó ese título. Su muerte reciente confirmó la amplitud del consenso
formado en torno a su obra.
Su
contribución más sólida al conocimiento del Perú marcó una ruptura respecto a
la tradición de las tres regiones clásicas: costa, sierra y montaña. Estableció
que en realidad existían ocho regiones bien definidas, cuya existencia
ostentaba antiguas raíces toponímicas en los diversos idiomas del Perú antiguo
y presente.
Mas
recientemente dejo sentado que en el país existen 96 zonas de vida natural. El
geógrafo Leslie Holdridge había establecido, en libro de 1960, que son 104 las
formas de vida natural del mundo, lo que quiere decir el Perú “se las sabe todas”,
o casi todas.
Desde
temprano mostró las señas de su inquietud. Se inspiró sin duda en las
enseñanzas de Julio C. Tello, el arqueólogo peruano, y una de cuyas
contribuciones intelectuales olvidadas se refiere a la reforma de la enseñanza
universitaria. Pulgar Vidal se graduaría como doctor en Letras de la
Universidad Católica con una tesis elocuente: Introducción Al estudio del
Río Huallaga.
Su libro Geografía
del Perú, cuya décima edición fue publicada por Peisa en 1996, lleva estos
decidores subtítulos: Las ocho regiones naturales del Perú, La
regionalización transuersal y La sabiduría ecológica tradicional.
Una de
las propuestas de Pulgar fue, en efecto, la regionalización horizontal, que
permitiría que cada región, excepto la de Loreto, se extienda desde la zona
chala o costa hasta las alturas andinas: regiones, yunga, quechua, suni o
jalca, punta y, en algunos casos, janca o cordillera.
La idea
había sido ya sugerida en los Siete Ensayos, por José Carlos Mariátegui.
Se inscribe, además, en la historia ancestral y aun en la historia viva. Pero
el merito de Pulgar Vidal reside en haber proporcionado a la idea un fundamento
hondamente geográfico e histórico, rastreando incluso en toponimias quechuas,
aimaras o de otros idiomas vivos o muertos de nuestra vasta humanidad peruana.
Hace un
par de años, en una exposición sobre la cocina peruana, escuchamos al
antropólogo Juan Ossio explicar que el pago que se hace a los apus en nuestra
sierra contiene productos no solo andinos, sino también de la costa y de la
selva. Es la vieja unidad peruana, y huella asimismo de una integración remota
que Emilio Romero llamaba a atender y asentar.
Sin duda
que los planteamientos de Pulgar Vidal merecen atención o debate. Una
apuntación critica menor es ésta: en su libro Geografía del Perú no se
presta atención al hecho fenomenal de que Panao es un prodigio papero. No sólo
porque allí se produce la diminuta papa amarilla consagrada internacionalmente
como papa gourmets (se logra aumentando la unidad de siembra: de resultas de
eso, las papas no crecen mucho y ganan en sabor lo que pierde en tamaño).
Ocurre que en Panao se siembra y cosechan papas en cualquier época del año.
Muchas veces, cuando escasea la papa en Lima, se trae de Panao. Es una
producción tipo acordeón: puede encogerse y estirarse a gusto del sembrador. Y
del mercado.
Pese a
esa omisión, en los trabajos del Amauta hay una rica exhibición de nuestra
flora y de nuestra fauna. No en vano fue, por ejemplo, divulgador del maracuyá
(Pasiflora adulis), un alentador de la variedad autóctona de productos
que el Estado -si es que existe realmente en el Perú- debería fomentar y
proteger.
(*). Destacado periodista de análisis. Director de la
Escuela de Periodismo de la Universidad Nacional Mayo de San Marcos. Editor
asociado de la revista Caretas.
- Rev. Caretas 1774. Lima, Perú 29 de mayo de 2003.
- Javier Pulgar Vidal. Yachaq Yachacheq, El Sabio Que Enseña. Fondo Editorial UAP, Pgs. 186 - 190.
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